
¡Te sorprenderá la cantidad de cosas que podés eliminar sin pensarlo mucho!
En la segunda entrega de la serie Less, inspirada en las lecciones del libro de Rachel Aust, hoy nos concentraremos en una tarea que podría ser el detonante de una vida minimalista o de un estilo de vida más simple: eliminar sin culpas.
Si lo pensás, hay artículos que podrías descartar ahora mismo: esos zapatos rotos que nunca usás, los contenedores de cocina que no tienen tapa, la camiseta descosida que estás guardando en caso de que algún día tengás tiempo de arreglarla... Esos artículos son una invitación al declutter, una excusa genial para liberar espacio y acostumbrarnos a lo liberador que es dejar ir todo aquello que no nos aporta.
Acá hay inspiración para empezar. Estoy segura de que encontrarás entre estos veinticinco algo que eliminar. Y ese puede ser solo el comienzo.
Comida vencida
Maquillaje vencido
Contenedores sin tapa o dañados
Lapiceros o marcadores secos
Medicina vencida
Zapatos dañados
Cds dañados
Artículos electrónicos dañados o quebrados
Facturas viejas
Cuadernos viejos
Papeles viejos y sin importancia
Productos de belleza vencidos
Bolsos que no usás
Ropa dañada o que no te queda
Periódicos y revistas viejas
Medias rotas
Baterías viejas
Juguetes que no se usan
Recipientes o utensilios viejos o inútiles
Artículos para artesanías y manualidades que no se usan
Sábanas o cobijas viejas
Paños o alfombras viejos
Proyectos inconclusos
Llaves viejas
Ganchos quebrados