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CARTA A MI YO DEL PASADO

Es verdad que no sería la que soy si no hubiera pasado todas las vivencias que me trajeron hasta acá, pero si pudiera devolverme a aconsejar a la Silvia de 25 años me llevaría esta carta con consejos del futuro, con las lecciones que la Silvia de 35 años ha aprendido en esta década que nos separa a las dos.


No estoy descontenta con mi pasado. Lo que no hice, lo que hice, lo que decidí, lo que decidieron por mí... todo es parte de mi esencia, de mi forma de enfrentarme al mundo y de ajustarme o de pelearme con lo que me rodea. Sé que soy la consecuencia de mi camino, pero también sé que las palabras de una hermana mayor me habrían hecho disfrutar más del camino.


Esta carta es para mí y para vos, resume las clases que la vida me dio en una década que me marcó la vida y que me dejó cicatrices que muestro o que decido esconder. Es una carta para mi sobrina que apenas tiene dos años, es para la novia de mi hermano que aún está en la universidad, es para los hijos que no tengo, para la menor de mis primas, para vos que me leés.





 

Viví al máximo los momentos que pasés con tus seres queridos. Un día no van a estar ahí para vos y solo te van a quedar las memorias de los ratos que conviviste con ellos. Abrazá hoy a quien te quiere, alegrate con sus alegrías y sé compañera cuando sus días sean oscuros. Tomate ese día de vacaciones hoy para verlos, mandales un mensaje, llamalos... es un privilegio recibir y dar amor.


No tengás miedo a equivocarte, más bien equivocate mucho. Vas a aprender más de los fracasos que de las victorias. Salí de tu zona de comfort y hacé algo que te dé miedo, invitá al chico que te gusta a salir y dale un beso, mudate a ese país que te gusta, creá ese proyecto que te quita el sueño, hacé ese casting para el que no te sentís confiada, concursá para ese puesto que te gusta. Que no te dé pena ser la que menos sabe en el salón, sé vos la que pregunta sin miedo, la que más falla, la que pinta todos sus cuadros en el papel equivocado.


La vida es más que trabajo, más que un salario, más que un puesto, más que un título. No te quedés en una empresa que no te gusta, no pongás el trabajo por encima de una reunión familiar. No te perdás de un cumpleaños por hacer horas extra. Y si decidís trabajar mucho porque eso te llena, disfrutá cada centavo de tu salario, gastalo en experiencias, en viajes, no en cosas.


No esperés una ocasión especial para usar tus zapatos favoritos: sacá ese vestido elegante del clóset y usalo para ir al supermercado, quemá hoy la vela más cara mientras te bañás, ponete el perfume que más te gusta aunque te quedés en la casa en pijamas. El mejor momento para abrir esa botella de vino es ahora.


Te van a romper el corazón, aún así no dejés de amar con intensidad. Te van a traicionar, aún así no des tu cariño esperando algo a cambio. Te van a dejar de apoyar, pero tu instinto y tu fortaleza te van a dar la confianza de seguir adelante. Te van a criticar, pero las palabras de otros no te van a sacar de la ruta que definiste.


Celebrá todas tus buenas noticias, celebrá tus cumpleaños, celebrá las alegrías de los demás. Ningún logro es gratis y si has trabajado duro por algo merecés disfrutar el resultado y compartir esa felicidad con los que te ayudaron a llegar hasta ahí. Dales las gracias y sé generosa con ellos cuando la vida te sonría.


Habrá momentos de nubes grises y tendrás que agarrarte fuerte de esas memorias de alegría para salir adelante. Llorá mucho en los días oscuros y no te guardés tu dolor, pero no te quedés dormida en el duelo mientras la vida pasa sin que te des cuenta. Reí con la misma fuerza con la que llorás, honrá tus miedos y tus fortalezas por igual, todo va a estar bien.


Vine del futuro a decirte que estamos bien y que confío en vos.


Te quiero mucho. Nos quiero mucho.


S.



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