
Vic es el típico adolescente extrovertido que domina las conversaciones, que anima las reuniones y que termina la noche con alguna chica del brazo. Enn, en cambio, es el introvertido que se queda en la cocina hablando con la mamá del anfitrión de la fiesta mientras todos bailan y la pasan bien. Esta noche ambos van camino a una fiesta que, a diferencia de todas las demás, es... excepcional.
Elegir cuál va a ser mi próxima lectura me suele tomar bastante tiempo, pero en este caso me tomó dos segundos: vi que el autor era Gaiman, luego vi que los ilustradores eran Fábio Moon y Gabriel Bá y luego saqué el libro de la biblioteca. Simple. Soy admiradora del trabajo de los tres y ya estaba ilusionada con solo ver quiénes estaban involucrados.
Es un relato muy corto y realmente me sorprendió el curso que tomó la historia en tan pocas páginas. El final nos devuelve personajes distintos, los eventos nos recuerdan que no hay que juzgar un libro por su portada, pues “Cómo hablar con chicas en fiestas” está muy lejos de ser un libro superficial para ayudar al típico introvertido a socializar aunque no quiera, para no ser víctima de burlas.
Es linda la combinación entre la historia y la ilustración. Parecen, a veces, estar contando historias distintas, que vuelven a unirse conforme comprendemos lo que está sucediendo realmente.
¿Qué más decir? Quizás falta declarar públicamente que Dark Horse Books se está convirtiendo en una de mis editoriales favoritas y que seguiré leyendo todo lo que decidan venderme. Todo.





