Primero vi el programa de televisión... y me enamoré perdidamente de la historia. Como fanática de My Chemical Romance ya sabía del talento de Gerard Way para crear relatos, así que me fui a leer los cómics que inspiraron el popular show de Netflix: Apocalypse Suite, Dallas y Hotel Oblivion.
El programa de televisión y el cómic son diferentes, pero encuentro belleza en cada una de las versiones. En ambos se mantienen los elementos oscuros que me hicieron amar esta historia: la
soledad en compañía, el desamor, la rabia, la belleza de la melancolía, la capacidad humana de ser resiliente en medio de la crisis, la lucha entre la admiración y la envidia...
¿Y qué mejor que dejar que Gabriel Bá y Gerard Way para crear una oda al optimismo pesimista y disfuncional? ¿Qué mejor que una familia rota para hablar del amor y de la justicia?
Dejo estas imágenes (solo algunas de mis tantas favoritas) como muestra de lo que podemos encontrarnos cuando entramos a la casa de los Hargreeves, cuando penetramos en lo más oscuro del mundo de los superhéroes a través de los ojos de dos artistas que miraron con compasión a una familia de desconocidos con superpoderes.
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