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VOTAMOS CADA VEZ QUE COMPRAMOS



A propósito de las elecciones en Estados Unidos, justo recordaba una de las enseñanzas más importantes que aprendí hace relativamente poco: cada compra, cada servicio que pagamos es un voto de confianza para esa empresa... o sea que si le damos apoyo económico a una persona o a una compañía, estamos de acuerdo con sus políticas e ideología de comercio, ¿no es así?


Hace años que las cadenas de supermercados de mi país fueron compradas por una cadena mayor de Estados Unidos -famosa por sus prácticas no muy amigables en el trato a su personal-. Aún así, en medio de la aparente incapacidad de mantenerse a flote entre supermercados de transnacionales... un pequeño local se mantiene en pie en la ciudad en la que vivo. En casa decidimos comprar ahí cada vez que podemos como una manera de apoyar a esta empresa familiar que trabaja muy duro para dar lo mejor y mantenerse a salvo frente a la competencia.


Este ejemplo que les comparto define lo que hace rato vengo tratando de hacer: voto con mi billetera, decido conscientemente a quién le doy mi dinero para que siga produciendo servicios o productos con los que estoy de acuerdo.


En general, hay varias características que me hacen elegir una empresa sobre otra y hoy las quiero compartir con vos:


Responsabilidad social:

Hace unos años en mi país hubo un terremoto que destruyó una ciudad. En ese lugar operaba una empresa y muchos de sus empleados perdieron todo por la emergencia. ¿Qué hizo la empresa? Siguió pagándoles a sus empleados a pesar de que no estaban abiertas las instalaciones del lugar. Toda compañía que honre y respete a sus trabajadores me insta a comprarles para mostrarle mi apoyo.


Productos o servicios locales o regionales:

Las empresas grandes de Norteamérica o de Europa no se van a hacer pobres si no les compro algo, pero los emprendimientos locales sí que pueden beneficiarse de mi dinero para invertir en su proyecto y crecer más. Si dos artículos me ofrecen la misma calidad, voy a elegir un producto nacional o centroamericano, de seguro.


Prácticas ambientales responsables:

Entre una empresa que pone todos sus productos en plástico y otra que me permite llevar mis compras sin bolsa, elijo la segunda. Entre un restaurante que usa recipientes de estereofón para empacar sus alimentos y otro que usa empaques de cartón, elijo el segundo.


Ingredientes sospechosos o no saludables:

Siempre repito que no estoy en contra de comer comida "chatarra" de vez en cuando, pero de manera consciente. Esto no significa que debamos aceptar que nos envenenen con ingredientes sospechosos solo porque decidimos comer helado o papitas... ponemos nuestra confianza en las empresas porque no todo el mundo es especialista en tecnología de alimentos. Un ejemplo de esto es el colorante amarillo #5 y amarillo #6 que tienen los fideos Mac n Cheese de Kraft. Estos ingredientes son prohibidos en otros países, pero la FDA permite su uso porque el color amarillo es más apetitoso para el ojo humano... ok. Los colorantes azul 1 y 2, la azodicarbonamida para blanquear el pan... ¿cómo puede ser que nos envenenen tanto?


Comercio honesto, humano y legal:

Quizás este es punto qué más valor tiene para mí. ¿Sabías que Nestlé compra cacao de una empresa para la cual trabajan niños por una miseria de salario? ¿Sabías que la Comisión Federal de Comercio dijo que Herbalife era "una estafa disfrazada de vida saludable" porque un estudio de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos encontró que los productos para adelgazar pueden tener consecuencias fatales para el hígado, además de que encontraron metales pesados y bacterias en sus productos?


¿Qué opinión te merece esto de votar con tu dinero? ¡Contame en los comentarios!


Con cariño,


Silvia







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